Una boda invernal

Elena y Enrique son una de esas personas a las que (por algún motivo) les encanta el frío y el invierno. Desde su pedida de mano en Noruega mientras veían auroras boreales, hasta terminar casándose a solo unas pocas semanas antes de Navidad. A pesar de ser una fecha tan aparentemente invernal, realmente en Sevilla es muy buena época para casarse ya que aún no suele haber llegado «el frío frío», y así fue para ellos. Amenazaba lluvia, pero finalmente nos hizo un precioso día nublado super agradable.

Elena iba absolutamente radiante, no solo por lo guapa que iba, sino porque su cara no podía ocultar la emoción y la felicidad que sentía. Enrique por su parte, super elegante con su traje con tonos verdes y también se le notaba la alegría en la cara. También son una de esas parejas con las que conecté desde el primer momento. Super encantadores y enrollados a más no poder. He de decir también, que me enamoré de su perrita Laika, una border collie marrón super juguetona y cariñosa.

Uno de los momentos más guays de su boda fue la fiesta; sobre todo cuando trajeron una pequeña gran (y peluda) sorpresa al final, para terminar de animar el cotarro.

“ This is a place where I don’t feel alone This is a place where I feel at home ”